viernes, 15 de agosto de 2008

Cantabria

Después de la experiencia en Nueva York pasamos unos días en Cantabria, en un pueblo llamado Guemes. La verdad es que hay una diferencia muy importante entre la cornisa cantábrica y el levante español. Uno ha sido vendido y destruido por un precio insignificante, el del dinero, que lo ha convertido en un lugar dominado por el cemento y el mal gusto. El ladrillazo-pelotazo ha sido un negocio redondo para el que se encontraba en el lado por el que el dinero caía. Los demás podían aspirar al apartamento en Gandía o a ver como el litoral se deshacía entre grúas. El otro parece no sucumbir de momento a la fiebre del capital y mantener cierta dignidad que hace que merezca la pena. Quien quiera saber que lo hace especial puede buscar en Internet (si lee esto podrá hacerlo) y decidir por si mismo. A continuación algunas fotos (del móvil, lo siento), vídeos de playas y demás.


Humorismos con los nombres del aguardiente

Por allí se come regulero...



¿Quién puede encontrar playas parecidas en el levante?



En Castro Urdiales



Este tiovivo estaba en Santander

2 comentarios:

Diego dijo...

Le hiciste al camarero la típica broma ??

"Póngame una botella de vino, hijoputa"

XDDD

Soy maligno.

Colines dijo...

No, era una tienda y la ¿mujer? que atendía el mostrador pesaba el doble que yo...