viernes, 16 de enero de 2009

Puntualidad

Uno de los problemas del sistema formativo es la puntualidad (o falta de ella) de los asistentes. Los desplazamientos, unidos al especial relajo de la personalidad española, ocasionan retrasos de hasta 45 minutos justificados mediante escusas tan ingeniosas como "uff, menos mal que os encuentro, llevo 40 minutos dando vueltas...". Esto en el mejor de los casos, porque a veces no se intercambia ni una palabra (no, las buenas tardes tampoco). Como también hay un montón de personas puntuales y comprometidas (la mayoría) que merecen un respeto, el joven artista que se encarga del grafismo en el CEP se dignó a hacernos unos cartelitos de lo más apañados, en los que se recuerda a los participantes en las actividades que tengan en cuenta el reloj. Juzgad vosotros mismos.

Pd: el joven artista sigo siendo yo.