lunes, 29 de diciembre de 2008

Repostería

Esta clase de cosas son las que apetece hacer cuando fuera de casa no hace buen tiempo. La idea era hacer mazapán y en días posteriores bizcocho. Lo del mazapán quedó muy bien, lo del bizcocho es otro cantar. Creo que el problema fue la levadura, porque el sabor era de lo mejor. Para los que desconfíen de mis habilidades culinarias diré que sólo soy el pinche (mezclo, bato, limpio y doy esplendor), pero mi cerebro funciona a la velocidad de la luz (más o menos) y aunque no se centre en la propia cocina, si que encuentra ramificaciones en el campo de la educación. Hay muchas actividades de corte cognitivo que hacer utilizando la cocina como pretexto, teniendo en consideración las CCBB y la socialización rica. ¿A quién no le apetecen unos bizcochos?, a los padres de los alumnos de nuestro sistema educativo sí. Ya veremos si me sirve la experiencia para futuros cursos de formación. ¿Las TE y la repostería?...

Pd: por supuesto, todo esto no es una idea nueva, se puede consultar la entrevista de Punset a Roger Schank para ver como este último pone como ejemplo de buena práctica didáctica la de una escuela de cocina.


Las magdalenas no quisieron subir

La materia prima

Bola de mazapán


Amasando

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