Aquel que crea que la entrada trata sobre los orígenes de Animalario está en un error. Sólo muestra como los más selectos tratamientos botulínicos también tienen su parte oscura, ¿Cómo y dónde (de la anatomía animal) pueden los sacrificados trabajadores del ramo estético practicar sus artes antes de pasar a los famosos?. La respuesta más abajo, el animal más parecido al hombre (no, los políticos no cuentan) pone sus orejas al servicio de la didáctica. Por lo visto pinchar al cerdo (muerto) es como pinchar a la persona (viva, claro...)
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